sábado, 21 de noviembre de 2015

Cosas que nos hacen apartarnos espiritualmente

Hace varios años, un amigo llevó a su esposa y a sus hijos al mar para una semana de vacaciones. Mientras estaban allí, compraron un pequeño bote inflable para uso recreacional en la playa. Un día la mujer saltó al bote y lo adentró en el agua para tumbarse y tomar el sol. Después de lo que pareció como un corto espacio de tiempo, abrió sus ojos y se dio cuenta de que estaba a varios cientos de metros de la orilla. Entrando en pánico, comenzó a pedir ayuda a gritos.

Solo una persona desde la orilla pareció escuchar sus llamadas, y esa persona era su marido. Cuando se dio cuenta de su situación, inmediatamente trató de nadar para rescatarla. No acabo bien, porque pronto ¡él mismo tenía la necesidad de ser rescatado también!

Afortunadamente el salvavidas estaba haciendo bien su trabajo aquel día, y pudo rescatar al marido y la esposa. Para cuando pudo alcanzar a la mujer con su balsa, estaban a cerca de un kilómetro de la orilla.

Al pensar en esa experiencia a lo largo de los años, a menudo he pensado en cómo los cristianos se apartan del Señor espiritualmente. En realidad no lleva mucho tiempo apartarse tanto de la orilla espiritualmente que uno apenas puede seguir viendo la arena.

Como pastor durante las dos últimas décadas, he notado que hay varias claves que tienden a causar que los cristianos se aparten de Dios. He aquí cinco de ellas.

1) Una agenda fuera de control

Efesios 5:16
aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.

Una de las mayores armas de Satanás contra nuestra generación parece ser la capacidad de hacer que la gente buena esté mucho más ocupada que nunca antes. Con frecuencia sacrificamos las mejores cosas de la vida al pasar tiempo haciendo cosas que son "bastante buenas".

Si quieres caminar cerca de Dios, es absolutamente necesario que comiences a vigilar tu agenda de cerca. Es probable que estés haciendo demasiado. Y es posible que tu frenética agenda esté afectando tu relación con Dios. Así que toma tus tijeras de podar y comienza a recortar cualquier actividad que puedas y que te permita centrarte más en tu relación con el Creador.

2) Afectos fuera de lugar

1 Juan 2:15
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

Ten cuidado de no poner el corazón en cosas que en realidad no importan. No puedo ni contarte cuántas veces he visto a buenas personas apartarse de la vida de la iglesia porque se han enamorado de cosas o actividades que no tienen valor eterno. Por ejemplo los deportes para niños pueden ser una actividad muy emocionante. Pero si esos deportes comienzan a afectar negativamente lo involucrada que está tu familia en la vida espiritual y el desarrollo de la misma, entonces es mejor desconectarlos inmediatamente.

3) El desánimo

Cuando las pruebas de la vida hacen que una persona se desanime, a menudo comienza a centrarse en esos problemas y quita los ojos de Cristo. Recuerda a cuando Pedro caminó sobre las aguas. Lo hizo bien hasta que apartó sus ojos de Jesús y comenzó a mirar las olas debajo de él y las nubes que tenía encima.

Es importante que sepas que cuando las nubes de la vida se vuelven oscuras y tus pruebas se vuelven duras, es el momento de correr HACIA Jesús, y no lejos de Él.

4) La abundancia

1 Timoteo 6:10
Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Los americanos estamos tan engordados con nuestra propia prosperidad que a menudo hacemos de la riqueza nuestro dios, en lugar de al verdadero rey del cielo. Esto es un tema recurrente a lo largo de toda la Biblia. La gente lo pasa mal, Dios los bendice, prosperan, y se apartan de Dios. Irónico ¿cierto?

Es probable que no te sientas próspero. Pero la realidad es que casi todos los americanos han sido extremadamente bendecidos y tienen más abundancia que la mayoría de la población del planeta. Si eres americano, probablemente estás en el uno por ciento de la población (eres más rico que el 99% de la población mundial).

La gente con abundancia a menudo elige las diversiones por encima del culto a Dios. ¿Por qué ir a la iglesia si podría estar jugando al golf, paseando en lancha, yendo de camping o yendo a películas o eventos deportivos? Satanás quiere que seamos prósperos, porque la prosperidad y la abundancia a menudo nos alejan del Creador.

5) Pecados parásitos

Hebreos 12:1
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
Mucha gente comienza a apartarse de Dios porque tienen pecados en sus vidas que hacen que se sientan culpables cuando van a la iglesia. Y se sienten con pocas ganas de orar o leer la Biblia cuando saben que tienen cosas sin resolver en sus vidas.

Recientemente pude ver el vídeo más desagradable que he visto nunca (a través de mi muro de facebook). Mostraba a un cirujano sacando un parásito de dentro de un ojo. No entraré en detalles. Esa simple descripción es suficiente para dar escalofríos en la espalda a muchos. ¡Todo lo que puedo decir es que el vídeo era peor de lo que estás pensando justo ahora!

Al ver el vídeo, se me ocurrió que muchas personas tienen pecados en sus vidas que los dañan como parásitos. Y esos pecados casi seguro afectan tu visión espiritual.

La solución no es correr alejándose de Dios. La clave es confesar el pecado a Dios, que te restaurará y te sanará de nuevo (1 Juan 1:9)

Si te has apartado de Dios, clama a Él antes de estar demasiado lejos de la orilla y de que puedas perder todo el sentido de dirección espiritual.

Escrito por Chris Russell en http://www.biblestudytools.com/blogs/chris-russell/5-things-that-cause-us-to-drift-spiritually.html


martes, 17 de noviembre de 2015

Un mayor entendimiento de Dios - Paul Washer

Creo que una de las necesidades más grandes del cristianismo hoy día, es tener un mayor entendimiento de Dios. Y no solo creo que sea una de las grandes necesidades contemporáneas, sino que se por las Escrituras y la historia de la iglesia que siempre ha sido la gran necesidad del pueblo de Dios.

Si miramos Jeremías 9:23-24 dice: "Así dijo Yahweh: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Yahweh, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Yahweh".

Aquí en este texto vemos cual es conocimiento más grande que una persona puede poseer, y es el conocimiento de la persona de Dios. Acerca de quién es Él, sus atributos, sus excelencias, sus características.

Demasiadas veces, la iglesia ha ido mal porque ha intentando arreglar los síntomas, en lugar de arreglar las causas. Por ejemplo, aprecio mucho las enseñanzas sobre el matrimonio, enseñar sobre el evangelismo, o enseñar sobre la promoción sobre conseguir que la gente se involucre en las misiones. Pero todas estas cosas son literalmente síntomas, la causa es una falta de conocimiento de Dios. Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento.Sin profecía el pueblo se desenfrena. Muchas veces la gente piensa que está hablando de que no hay sueños, señales y prodigios. Pero no es eso lo que está diciendo. En el contexto está diciendo, que donde no hay profecía de la ley de Dios, del conocimiento de Dios, de quién es Él, el pueblo se desenfrena.

Y eso es lo que vemos en el evangelicalismo hoy día, una masa de confusión, y la gente corriendo desenfrenada, con una moral ligeramente diferente de la del mundo. ¿Qué necesitamos hacer para arreglar el problema? Necesitamos lo que siempre es necesario, ya sea que haya un problema o no, y esto es crecer en el conocimiento de Dios.

Somos cristianos, se supone que debemos saber de Dios, pero si te sientas y le preguntas a la mayoría de la gente: "Escríbeme los atributos más prominentes de Dios, escríbeme algunos versículos que expliquen eso, explícalo tú mismo en un párrafo corto" , no serán capaces de hacerlo. Es casi increíble.

El énfasis debe estar en quién es Dios, ese es un punto de partida. No podemos entendernos a nosotros mismos, el pecado, la redención, ninguna cosa, a menos que entendamos primero quién es Dios.

sábado, 3 de octubre de 2015

Disfruta de lo que tienes y renuncia al control

Haz un inventario de tu vida. ¿Qué cosas posees ahora mismo? Cualquier posesión que tengas no es por accidente, ni fruto del simple azar. A nivel microeconómico, Jesús promete cuidar de los detalles más minúsculos, como el dinero que tenemos en los bolsillos, la comida, y la ropa. Tal y como podemos ver en las Escrituras, Dios nos llama a vivir con ciertos estándares morales con respecto a esas pequeñas posesiones, porque somos capaces de pecar hasta llegar a tener grandes problemas (como por ejemplo puede ser una deuda de consumo irracional). Dios nos llama a ser sabios con el dinero, a trabajar y a vivir vidas económicamente fructíferas, y tener cuidado de nuestras posesiones.

A nivel macroeconómico, toda la distribución y redistribución de la riqueza es obra de nuestro Dios soberano (ver Eclesiastés 5:18-6:2). Todas nuestras posesiones son suyas, y Él las da (y las quita) según lo ve apropiado. Dios es el que hace a los pobres y a los ricos (1 Samuel 2:7).

¿Cómo decide Dios distribuir la riqueza en la vida de sus criaturas? Esto sucede de muchas formas diferentes.

* Puede que Dios te de muchas posesiones, sin darte el poder para disfrutar de esos regalos. Eso es una gran tragedia (ver Eclesiastés 6:1-2).

* Puede que Dios te de riquezas acumuladas, y te de el poder para disfrutar de esos regalos. Eso es una gran bendición (Eclesiastés 5:19, Proverbios 10:22).

* Puede que Dios te de posesiones, pero que, por medio de persecuciones en el futuro, te quite todas esas posesiones al final (Hebreos 10:34).

* Puede que Dios te llame a vivir una vida de pobreza sin alivios (2 Corintios 6:10, 8:9).

* Puede que Dios te de una vida de riquezas (2 Crónicas 32:29).

* Puede que Dios te de una vida intermedia, ni pobreza ni riquezas (Proverbios 30:8).

* Puede que Dios te bendiga con una gran riqueza, luego te la quite y reduzca tu cartera a cenizas, y luego te restaure con el doble de riqueza (como le pasó a Job).

* Puede que Dios te haga rico y luego te llame a la pobreza voluntaria, para mostrar al mundo que Él es tu mayor tesoro (Mateo 19:21, Marcos 10:21, Lucas 18:22).

Ninguna de estas situaciones es la norma general, ya que Dios soberanamente nos reparte las posesiones según le parece bien. Cuando se trata de las posesiones, nuestras experiencias pueden variar mucho. Pero, sin importar cuanto (o cuan poco) tengamos, hay cuatro cosas que nos ayudarán a disfrutar adecuadamente de los regalos que Dios nos ha dado.

1. Saber que el dinero es temporal.

El dinero ya existía antes de nosotros, y existirá después. Los ríos del comercio han estado fluyendo durante milenios, y un día se irán y las corrientes del estímulo económico fluirán a la generación siguiente. Existimos en el tiempo con dinero y posesiones, pero todo lo que poseemos de valor será traspasado a otros.

Esto quiere decir, en un sentido muy real, que el dinero es temporal. Lleva el rostro de César o de un presidente para recordarnos que su valor es tan temporal como los gobernantes del mundo y el surgimiento de las naciones. Así que demos al César lo que es del César.

En otras palabras, el Cristiano está llamado a poseer todas las cosas como si no poseyese nada (ver 1 Corintios 7:30). Mantén el dinero, utiliza el dinero, ahorra el dinero, administra el dinero. Pero reconoce también que el efectivo que llevamos en nuestras carteras es el dinero del monopoly de esta era presente. El dinero en sí mismo no tiene un valor facial eterno.

Entramos a esta vida con manos vacías y nos vamos con manos vacías, y estar viviendo mientras con un deseo por el dinero es como es como sostener un puñal afilado hacia atrás y clavarlo en nuestra propia alma (ver 1 Timoteo 6:6-10).

Esto también se cumple para los coches y las casas. C.S. Lewis dijo que el secreto para disfrutar de nuestra propia casa es el sacrificio, crucificar en cierta manera nuestra relación con ella. Sacrificamos nuestra casa, dejamos de aferrarnos a ella, y entonces se convierte en un objeto de alegría. Cuando se trata de las posesiones, el verdadero deleite se encuentra al otro lado del desinterés (Cartas 2. 788).

La enseñanza es que no nos alegramos en nuestras posesiones, nos alegramos de que Dios nos posee a nosotros (Jeremías 9:23–24). Ahí es cuando nuestra mayordomía se vuelve el centro. La bendición material es para que nosotros la administremos temporalmente, pero el deleite en Dios y en sus dones es nuestra vocación eterna y verdadera.

2. Disfrutar de tus posesiones ahora.

Como hemos visto, no siempre sabemos lo que Dios está haciendo en nuestras vidas cuando se trata de nuestras posesiones materiales. Tiene diferentes planes para todos nosotros. Pero Él tiene la intención de que todos sus hijos disfruten de los regalos que nos ha dado. Si tienes unos pantalones, una camisa, y un sandwich, puedes estar contento en la vida. Y si puedes estar contento con un poco, puedes disfrutar de la bondad de Dios contigo en cada uno de los millones de regalos simples que te da cada día (ver 1 Timoteo 6:8).

De hecho, hay pocas cosas en esta vida que sean mejor que disfrutarla y disfrutar de los buenos regalos de Dios con un espíritu de temor, obediencia y fe hacia Él (Eclesiastés 8:159:7–1010:1912:13).


Si tienes inclinación a quejarte más que a expresar gratitud, ora y pide a Dios que te de el poder para disfrutar de sus dones correctamente. Esto es un don en sí mismo, tal y como nos deja claro el libro de Eclesiastés. Uno de los dones más preciosos es el don de disfrutar de nuestros dones diarios.

3. Disfrutar de tus posesiones compartiéndolas.

El hombre que no puede disfrutar de los regalos diarios de Dios, es a menudo aquel que equivocadamente piensa que debe poseer regalos antes de disfrutarlos.

No necesitamos poseer algo para encontrar alegría en ello. La función del arte hermoso es ser compartido en museos y galerías, no ser encerrado en el sótano aislado de un billonario. El deleite de la exclusividad es un engaño, es un deleite falso.

Los cristianos comprenden eso. El deleite de compartir es lo que llevó a la primera iglesia a compartir todo lo que tenían (Hechos 2:45, 4:32, 1 Juan 3:17). Ellos daban dinero, se preocupaban de los pobres, ayudaban a los misioneros. Un grupo de mujeres adineradas daba fondos a la obra del Evangelio (Lucas 8:2-3). Cuando no pensamos en nuestras posesiones como algo "nuestro", sino que las utilizamos para aumentar el deleite de otros, hay un disfrute especial de ellas.

4. Disfrutar de lo que no posees.

Finalmente, Dios nos llama a disfrutar lo que nunca podremos poseer.

No puedo poseer muchos de los mayores regalos que Dios me ha dado. No puedo poseer a mi esposa. No puedo poseer a mis hijos. No poseo el tiempo, o los oceános, o la lluvia, o la salida del sol, o las majestuosas cordilleras. Desde luego, no puedo poseerlas en el mismo sentido en que poseo mi furgoneta.

El hombre que ama tanto el océano que vende todo lo que tiene y compra una propiedad frente a la playa con su arena privada y la cierra de tal forma que solamente él la pueda disfrutar, es el mismo hombre cuyo gozo morirá de exclusividad. No puede disfrutar de sus posesiones porque sus posesiones lo poseen a él.

Por otra parte, el hombre que compra una propiedad frente a la playa para compartirla libremente con sus amigos y familia, encontrará que su alegría será doble. Debido a su generosidad costera, este hombre bendecirá a muchos otros de forma maravillosa.

Pero quizás el más bendecido de todos es el hombre que no necesita poseer la propiedad frente a la playa en absoluto. Ha aprendido a disfrutar todas las playas del mundo simplemente por su belleza. Es libre del deseo de disfrutar solamente lo que posee. Esta parece ser la forma que Romanos 1 nos empuja a contemplar. Ser verdaderamente humano es expresar gratitud a Dios por los deleites de la creación.

Y si eso es verdad, entonces descubrimos que el significado de deleitarse en este mundo es una categoría que explota todas las categorías de lo que el mundo nos promete que obtendremos al poseer.

El viejo Tom Bombadil

Un hermoso ejemplo literario de un hombre que se deleita en lo que no posee se encuentra en el personaje de Tom Bombadil, que está insertado en la historia de El señor de los anillos de Tolkien. En el desarrollo de la épica historia, Tom Bombadil es una figura misteriosa que es rápida para la risa y que parece vivir en un bendito estado de alegría. Pero su vida tampoco tiene impacto en el drama central que se está desarrollando (por eso, Tom Bombadil nunca aparece en las películas).

El papel de Tom en la historia en general es sutil y es fácil pasarlo por alto. Al principio de su viaje, Frodo y compañía acaban llegando a sus tierras, un remanso de alegría en agudo contraste con la oscuridad que pronto enfrentarán.

- "¿Quién es Tom Bombadil?" pregunta más tarde un curioso frodo a la esposa de Tom, Baya de oro.

- "Es el Señor de los bosques, el agua y las colinas".

- "Entonces, ¿Toda esta extraña tierra le pertenece?".

- "¡Desde luego que no!"

¡Desde luego que no! Los bosques, el agua y las colinas que llenan a Tom Bombadil de deleite no son posesión suya, son suyas para cuidarlas y disfrutarlas. Desde luego, Tom no es una alegoría contra la propiedad privada, ni tampoco de la pasividad. Como Tolkien también deja claro, la guerra contra Sauron será necesaria para parar el mal que se enrosca y preservar el estilo de vida que Tom y Baya de oro disfrutan. Y si necesitamos confirmación, Tolkien deja claro en sus cartas que Tom es un enigma intencional.

Tom encarna un contraste, representa un alma que ha sido liberada de la codicia de poseer para deleitarse en la belleza de lo creado. Ha renunciado al control, y por tanto encuentra que los medios de poder tampoco tienen valor. Como resultado, Tom Bombadil puede sostener el gran anillo de poder de Frodo sin peligro para él mismo ni para nadie. El anillo no tiene poder sobre Tom porque Tom no tiene interés en poseer el poder del anillo.

Cuando el deseo por poseer se rompe, cuando la gratitud toma su lugar, cuando podemos simplemente deleitarnos en las glorias de la creación, entonces se rompen algunos de los más oscuros planes del mal en el corazón humano.

Tom Bombadil es un modelo del deleite en lo que no poseemos, y de compartir lo que poseemos (como una cena en compañía alrededor de la crema amarilla, la miel, el pan blanco y la mantequilla en su mesa). Quiera Dios que podamos brillar como tales corazones felices, como esos agradecidos enigmas, en nuestro mundo.

Nota: La defensa que hace Tolkien de Tom Bombadil está clara en Las cartas de J.R.R. Tolkien (The Letters of J.R.R. Tolkien), páginas 178-179 y 192.

Traducido de: http://www.desiringgod.org/articles/enjoy-your-possessions-before-they-possess-you

jueves, 24 de septiembre de 2015

8 maneras de vencer la tentación

Todos enfrentamos tentaciones de muchos tipos. Dios quiere que las venzamos. No tenemos por qué pecar, por muy poderosas que se sientan las tentaciones. Estas son 8 maneras de tener victoria.

1) Ora antes de ser tentado

Jesús instruyó a sus discípulos a pedir a Dios "Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal". (Mateo 6:13). Esto se incluye en una oración que también dice "el pan nuestro de cada día dánoslo hoy", por tanto es bueno pedir a Dios que nos libre de la tentación cada día, y más concretamente en el día de hoy.

2) Huye de la tentación.

Permanece tan lejos del pecado como puedas. No pienses que no caerás. Si encargases a alguien que transportase tus más preciadas posesiones, no le dirías que condujese tan cerca del barranco como pudiese. En proverbios 7, "un joven falto de entendimiento" se pasea cerca de la casa de una mujer al anochecer, y acaba "encontrándose" con ella. Ella viste sensualmente, le dice que su esposo se ha ido, y le describe su perfumada cama. Al final él la sigue como un buey hasta el matadero. Eva se metió en problemas al hablar con Satanás y mirar lo deliciosa que era la fruta. Huye de la tentación.

3) Cita las Escrituras

Así es como Jesús venció al tentador. Cuando sientas que estás quejándote, recuerda que la Biblia dice "regocijáos siempre". Cuando te veas tentado a dar una respuesta áspera piensa "la respuesta amable calma la ira". Cuando te estés resintiendo por la corrección, recuérdate a ti mismo que "Dios resiste a los orgullosos pero da gracia a los humildes". Por supuesto, para citar las Escrituras ante una tentación debemos primero conocerlas.

4) Ora en medio de la tentación

Acércate al trono de gracia para pedir ayuda en tiempo de necesidad. Tu sumo sacerdote, que fue tentado tal y como tú pero sin pecado, te ayudará (Hebreos 4)

5) Que un hermano o hermana ore contigo

Eclesiastes 4:12 dice: "Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto".

6) Pide a alguien que te pida cuentas

Un amigo me dijo una vez: "Mark, cuando vuelva de mi viaje de negocios esta semana ¿podrías preguntarme si he visto la televisión en el hotel? Cuando estoy solo en los viajes, me tienta ver cosas malas, pero saber que me vas a preguntar después me ayuda a luchar contra la tentación"

7) Recuerda la fidelidad de Dios

1 Corintios 10:13 dice : "No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar". Dios nunca va dejar que seamos tentados más allá de las fuerzas que Él nos proporciona, y si se lo pedimos nos dará una vía de escape.

8) Recuerda que el pecado tiene consecuencias

Recuerda Gálatas 6:7: "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará".

Cuando David cometió adulterio con Betsabé y orquestró la muerte de su marido, Dios lo perdonó, pero le dijo que la espada nunca se apartaría de su casa, que los mismos miembros de su familia le harían mucho daño, y que el niño que había concebido con Betsabé, moriría (2 Samuel 12:10-14)

viernes, 11 de septiembre de 2015

El Espíritu y la voluntad de Dios - Devocional John MacArthur

Ezequiel 36:27 "Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra"
Uno de los ministerios más prácticos del Espíritu Santo es que ayuda a los creyentes a conocer y a seguir la voluntad de Dios.

Ezequiel 36:27 indica claramente que el Espíritu siempre ha estado ahí para cuidar al pueblo de Dios. Isaías también nos recuerda, siglos antes de los tiempos de Ezequiel, que el Señor: "puso en medio de él su santo espíritu, el que los guió por la diestra de Moisés con el brazo de su gloria".

En Hechos 15 vemos como el Espíritu dio guía a la iglesia del Nuevo Testamento en el concilio de Jerusalén. Este concilio se llevó a cabo para determinar que principios de conducta debía poner el liderazgo judío sobre los muchos nuevos gentiles que se convertían y que habían entrado en la congregación. Después de una discusión en oración, el concilio tomo la importante decisión de que no era necesario adherirse a la ley de Moisés como medio de salvación.

El concilio estableció sus concisas recomendaciones en una carta que fue el resultado de un consenso guiado por el Espíritu, tomado por los apóstoles y ancianos. Hechos 15:28: "Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias". Los líderes confiaban en que su decisión venía de la mente del Espíritu Santo tal como se reflejaba en las Escrituras, por tanto sabían que era correcta y de acuerdo a la voluntad de Dios.

Romanos 8:14 dice "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios", y nos anima a que también estemos seguros de la guía del Espíritu. Si somos fieles para escuchar, leer, y estudiar la Palabra, y nos esforzamos por obedecerla, y si somos sensibles al Espíritu Santo, entonces Él nos guiará a la perfecta voluntad de Dios para nuestras vidas. (ver Salmos 119:105).

Sugerencias de Oración

* Si tienes una importante decisión que tomar, ora para que tengas el discernimiento de conocer y seguir la voluntad de Dios.

* Si no tienes una decisión importante que tomar justo ahora, agradece a Dios que el Espíritu está siempre presente para darte guía.

Para estudiar

Leer Proverbios 3:1-6

* ¿Qué dice acerca de la importancia de Dios y su Palabra a la hora de conocer su voluntad?

* Memoriza los versículos 5-6

Traducido de: https://www.gty.org/resources/devotionals/strength-for-today

viernes, 28 de agosto de 2015

Cómo superar la melancolía y la amargura por los buenos recuerdos.

Números 11:4-6 4 Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! 5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; 6 y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.

Una de las cosas que más le sucede al ser humano es que embellece bastante los recuerdos. Esto es lo que le pasaba a los israelitas que habían salido de Egipto. No se acordaban ya de que habían sido esclavos. No se acordaban de los latigazos, de las humillaciones y del duro trabajo, sino que tenían un recuerdo bonito de cuando comían pepinos, melones, puerros y cebollas en medio de su esclavitud.

Además, ese recuerdo les estaba haciendo ser desagradecidos con su actual situación. El desierto por el que el Señor les estaba llevando era una prueba dura, pero ellos no se quejaban ni del calor, ni de la arena, ni de la soledad del desierto. Sino precisamente de lo más divino que tenían en ese momento: el maná que venía de parte de Dios, del Cielo.

Y eso nos pasa un poco a todos. Recordamos, y tendemos a embellecer, a ver muy bonito en la mente todo lo que nos pasó, aferrándonos a eso. Si lo podemos hacer incluso con las cosas malas, mucho más con los recuerdos buenos y hermosos que tenemos de nuestra antigua casa, de nuestros antiguos amigos, de nuestros antiguos éxitos.

Los recuerdos no son malos en sí mismos, sino que muchas veces nos ciegan a lo bueno que podemos estar viviendo en el momento, y a lo bueno que puede estar aún por venir. Y es que hay dos formas de utilizar los recuerdos.

Recuerdo que produce amargura

Lo que tenían los israelitas en el desierto, era un recuerdo que producía amargura. Les cegaba a lo que Dios había hecho, a lo que estaba haciendo ahora (con el maná) y a lo que Dios iba a hacer (los llevaba a la tierra prometida). Era un recuerdo puramente centrado en el pasado, que robaba la esperanza de algo mejor.

Recuerdo que produce esperanza

Pero los recuerdos también pueden enfocarse a producir gozo y esperanza. Veamos que dice el rey David en uno de sus salmos.
Salmos 42
4 Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.
5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

David, que está pasando por una situación de melancolía, recuerda tiempos mejores. Recuerda cuando dirigía al pueblo en alabanza hasta el templo. Pero no se queda en el pasado, sino que se proyecta hasta el presente. Le dice a su alma ¿por qué te abates? ¡Espera en Dios porque todavía va a venir una alabanza mejor que esa!

En un primer momento el recordar esas cosas que ha perdido, hacen que su alma se derrame, que sienta dolor dentro de Él. Sin embargo se dice a sí mismo: "Pero ¿por qué? ¿por qué has de abatirte? ¡Espera en Dios! ¡aún he de alabarle! ¡Dios no se ha ido, el sigue siendo mi salvación y mi Dios y volveré a tener grandes momentos de alabanza!"

La fe es la certeza  de lo que se espera. Los tiempos pasados fueron hermosos, lo que queda por delante es mejor. Si Dios pudo darnos buenos momentos en el pasado, eso quiere decir que puede darnos buenos momentos en el futuro. De hecho, aun mejores.

Necesitamos visión

El ser humano es así por naturaleza: Es ciego a lo bueno que tiene en el momento, pero tiene muy buena vista para lo bueno que tuvo en el pasado. Si nos dejamos pasivamente llevar, tenemos tendencia a no ver lo bueno del momento hasta que lo perdemos. No es extraño que Dios tenga a veces que quitarnos lo bueno que tenemos en el momento para devolvernos la vista.

Observemos una oración de Pablo por sus discípulos.

Efesios 3:14-19
14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, .....17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

Necesitamos ver lo grande que es el amor de Cristo. Pablo oraba para que sus discípulos pudieran comprender y conocer el amor de Cristo. Es decir, llegar a sentir todo el amor de Dios es algo que necesita oración. Necesitamos oración para tener visión de que Dios me ama, de que está trabajando para mi bien en esta situación que no parece tan buena, y que me está llevando a una mejor.

El mismo Cristo nos dijo que teníamos que orar todos los días para no entrar en tentación, y el quedarnos en el pasado es una tentación muy grande. El caer en la amargura con el presente es una tentación enorme. Hemos de orar para que el Señor nos deje ver su amor y nos ayude a utilizar los recuerdos para la esperanza de que, si Dios pudo darnos esas cosas hermosas, probablemente también tenemos cosas buenas en este momento a nuestro alrededor, y con total seguridad, hay muchísimo bueno por venir.


martes, 18 de agosto de 2015

Reconociendo que Dios es el dueño - devocional John MacArthur

Salmos 24:1: "De Yahweh es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan"

A Dios pertenecen todos y todo.

Un día, cuando John Wesley estaba lejos de casa, alguien se acercó a él corriendo y diciendo: "¡Tu casa se ha incendiado! ¡Tu casa se ha incendiado!" Wesley respondió: "No, no lo ha hecho porque no tengo una casa. Aquella en la que he estado viviendo pertenece al Señor, y si se ha incendiado, esa es una responsabilidad menos de la que preocuparme".

John Wesley veía sus posesiones desde una perspectiva bíblica, ya que las Escrituras dejan claro que Dios es el dueño de todo. En 1 Crónicas 29:11, David oraba: " todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas". Dios es el único dueño de todo, incluyéndote a ti, a tu familia, a tu casa y a tu coche. Por eso, si pierdes alguna posesión, en realidad no la pierdes porque nunca la poseíste.

Aunque Dios posee todo, nos encarga que seamos administradores sabios de todo lo que Él nos da. El teólogo Walter Kaiser escribió: "Las cosas materiales, los bienes, y los recursos naturales son buenos en sí mismos, porque todos fueron hechos por Dios: ese es el tema recurrente en la narrativa de ka creación de Génesis 1 'Dios vio que era bueno' ... el mal uso de los bienes procede de la gente impía, al olvidar que: (1) Estos son creación de Dios, (2) Dios dio a los hombres y mujeres la habilidad de ganar esas posesiones, y (3) los bienes no deben ser exaltados a un nivel de preocupación o valor último o absoluto, porque la gente comienza a rendir culto a lo creado en lugar de al Creador mismo. Tal idolatría de las cosas de este mundo viola el primer mandamiento y nos lleva a invertir los valores en la vida".

Deberíamos adorar a Dios como poseedor de todas las cosas, dando gracias por todo lo que nos confía, y sin permitir nunca que nuestras posesiones sean un motivo para olvidarle.

Sugerencias de oración

Pide a Dios que te ayude a tener en mente que Él siempre es el dueño de todo, y para que veas las posesiones que te da de una forma que le honre.

Para estudiar

Lee los siguientes versículos, que muestran como Dios es el dueño de todo: Éxodo 19:5, Levítico 25:23, Salmos 50:10-11, Salmos 89:11, Hageo 2:8


Traducido de: https://www.gty.org/resources/devotionals/strength-for-today

viernes, 7 de agosto de 2015

Hablando la verdad en amor - Devocional John MacArthur

1 Corintios 13;2 "Y si tuviese profecía, ... y no tengo amor, nada soy"

El amor es un ingrediente indispensable en el proceso de aprendizaje.

Tengo el privilegio de pasar tiempo cada semana con cientos de jóvenes que asisten al Master College. Al observar sus progresos, veo el impacto que han tenido sobre sus vidas los maestros piadosos. Estoy convencido de que los estudiantes aprenden mejor cuando saben que sus maestros se preocupan genuinamente por ellos.

¿Acaso no sucede lo mismo con todas las relaciones? ¿No respondemos mejor a aquellos en nos aman y que tienen en cuenta nuestros mejores intereses? Es algo que ciertamente es verdad en el ministerio. Piensa en los pastores y maestros que han significado más para ti a lo largo de los años. Probablemente son aquellos que te han amado y enseñando de manera especial.

Ya sea un pastor, un maestro, un miembro de la familia, un amigo, o quien quiera que sea que hable a otras personas de parte de Dios, debería hacerlo con un amor y una preocupación genuinas. Esa es la parte positiva de la sentencia negativa que Pablo hace en 1 Corintios 13:2. Jeremías era así. Él amaba al pueblo de Israel profundamente, y se sentía apenado por su apostasía y el juicio que iba a venir sobre ellos: Jeremías 9:1 "¡Oh, si mi cabeza se hiciese aguas", decía, "y mis ojos fuentes de lágrimas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo". Ese es el espíritu de un profeta que ama, y un ejemplo del lamento de Jeremías sobre el pecado de su pueblo.

La predicación y enseñanza sin amor representan mal el carácter de Dios y obstaculizan el Evangelio; proclamar con amor es atractivo y efectivo. Eso no significa que todos los que oigan vayan a responder de forma positiva, más bien al contrario. La gente de Judá no escuchó a Jeremías, y por eso incurrieron en un juicio severo. De forma similar, algunas de las personas a las que hables rechazarán educadamente lo que digas, y otros reaccionarán con hostilidad. Pero aquellos que respondan con fe, apreciarán tu amorosa preocupación por su bienestar espiritual.

Sugerencia de oración

Agradece a Dios por aquellos que te han ministrado en amor. Busca seguir su ejemplo y alcanzar a otros.

Para estudiar:

Lee Hechos 20:19, 31; Romanos 9:2-3 y 2 Corintios 2:4, prestando atención a las cosas que hacían que Pablo llorase por el pueblo al que ministraba.


Traducido de: https://www.gty.org/resources/devotionals/drawing-near

martes, 4 de agosto de 2015

El regalo del amor -John MacArthur

1 Juan 4:7, 19: "7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios . . . 19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero"

El verdadero amor no puede ser generado a nivel humano. Es un regalo de Dios.

Las Escrituras con frecuencia nos hacen demandas que parecen imposibles para nosotros. Por ejemplo, Jesús dijo "Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os persiguen" (Mateo 5:44). Es fácil decirlo, pero ¿cómo es posible? Nuestra tendencia natural es amar a nuestros amigos y odiar a nuestros enemigos. Pero Jesús dijo (Mateo 5:46-47): "Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?".

En Israel, los llamados publicanos eran los recaudadores de impuestos, y se les consideraba traidores. A los géntiles (que eran todos aquellos que no fuesen israelitas) se les consideraba desterrados espirituales. Sin embargo, tanto los traidores como los desterrados muestran amor y cariño recíprocamente. Jesús nos llama a un nivel de amor mucho más alto, un nivel de amor que es imparcial, similar al que Dios muestra cuando hace "salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos" (versículo 45). Como vemos del mismo Dios, este amor se extiende a aquellos que no son dignos de él. Romanos 5:8 dice: "Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros".

A pesar de generaciones de rebelión y menosprecio contra Su santa voluntad y su nombre, Dios sacrificó a Su amado Hijo, proporcionando un medio por el que los pecadores pudiesen ser salvados. Por amor, Jesús sufrió voluntariamente el dolor y la vergüenza de la cruz, y pagó el precio de nuestra redención. ¡Ese es el amor divino en acción!

Dios nos ordena amar como Él ama: de forma imparcial y sacrificial. Eso puede sonar imposible a nivel humano, pero recuerda que Dios nunca requiere de nosotros algo para lo que no nos haya capacitado previamente. En el momento de tu salvación, el Espíritu Santo comenzó a vivir dentro de ti y a producir el fruto del amor (ver Gálatas 5:22). No tienes que reunir las fuerzas por ti mismo. Todo lo que tienes que hacer es invitar al Espíritu Santo para que tome el control, permitiendo que gobierne tus pensamientos y acciones. Conforme lo haces, su precioso fruto se verá multiplicado en tu vida.

Sugerencias de oración:

-Agradece a Dios por el amor del Espíritu que ha puesto dentro de ti.
-Pide al Padre que te de oportunidades en el día de hoy para aprender cómo amarle de forma más perfecta.

Para estudiar:

Memorizar Gálatas 5:22-23: "22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley".


Traducido de: https://www.gty.org/resources/devotionals/drawing-near

lunes, 3 de agosto de 2015

5 Síntomas de amor al dinero - Devocional John MacArthur

1 Timoteo 6:10 "porque raíz de todos los males es el amor al dinero ..."

El versículo de hoy es un clásico que nos habla acerca de un principio que se encuentra por todas las Escrituras: el de nuestra actitud hacia el dinero. Al referirse al amor al dinero, Pablo está hablando del pecado de la codicia. La codicia es una ofensa seria a los ojos de Dios, y eso quiere decir que deberíamos querer de todo corazón tener victoria sobre este pecado. Podemos comenzar a tener esa victoria reconociendo los signos que nos advierten de que tenemos codicia o amor al dinero.

Existen por lo menos cinco síntomas en nuestras actitudes que revelan la codicia en nuestra vida.

Primero: Si de verdad eres un amante del dinero, estarás más preocupado de ganarlo que de poner un esfuerzo honesto y de calidad en todo lo que haces. Los creyentes deben buscar la verdad y la excelencia en primer lugar, y Dios se encargará de que reciban las recompensas monetarias adecuadas.

Segundo: Si eres codicioso, siempre sentirás que no tienes suficiente dinero. Tu actitud será siempre la de las hijas de la sanguijuela que en Proverbios 30:15 dicen siempre "¡Dame!, ¡Dame!".

Tercero: Si amas el dinero, tenderás a hacer ostentación de las cosas que puede comprar. Te sentirás indebidamente inclinado a mostrar la ropa, el coche o la camioneta nueva, o la nueva casa que acabas de comprar.

Cuarto: Si eres esclavo de la codicia, te dolerá dar dinero para apoyar las buenas causas o para ayudar a otras personas. Más bien querrás guardarlo todo para gastarlo en tus propios deseos egoístas.

Finalmente, si estás enamorado del dinero, es probable que peques para obtener más. Eso incluye que harás trampas en tu declaración de impuestos o que estafarás a tus clientes.

Si amas a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas (ver Deuteronomio 6:4-5 y Mateo 22:35-38), ninguno de estos síntomas será un obstáculo para buscar al Señor. Es por eso que Jesús decía en Mateo 6:24 que no podemos amar a Dios y a las riquezas.

Sugerencia de oración:

Ora pidiendo que Dios haga que para ti sea tan débil la atracción del dinero, que nunca llegues a ser esclavo de la codicia.

Para luchar contra la codicia:

Escribe y memoriza Filipenses 4:11: "No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación". Lleva este versículo contigo, y recítalo para contrarrestar los pensamientos de codicia e insatisfacción que surjan periódicamente.


Traducido de: https://www.gty.org/resources/devotionals/strength-for-today


jueves, 16 de julio de 2015

¿Qué hacer si caigo en el mismo pecado una y otra vez?

La respuesta de Paul Washer a esta pregunta es: pide y cree en el perdón de Dios en Cristo Jesús una y otra vez. Motívate a luchar de nuevo sin pasar tiempo apartado de Dios, aferrándote a Cristo y a sus promesas. Nuestra debilidad nos lleva inmediatamente hacia Él.

Mira el vídeo aquí:

martes, 14 de julio de 2015

Ama y no temas. Dios ya hizo lo más difícil

Puedes ver también el vídeo aquí:




Romanos 8:32: El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros ... ¿Cómo no nos dará también con Él todas las cosas?

Esto es un argumento de lo mayor a lo menor. De lo difícil a lo fácil. De lo insuperable a lo fácilmente superable.Y se desarrolla así:

Si no se guardó ni a su propio Hijo, que es algo IMPOSIBLE DE IMAGINAR. ¡Imaginar que entregaría a su Hijo a una carnicería! Si Dios pudo superar el obstáculo del gran amor por su Hijo ... ¡y matarlo!

Entonces nadie lo va a detener a la hora de cumplir el objetivo que tenía al hacer eso. Porque la cosa más difícil de hacer para Dios ... ¡ya la hizo!

¿Qué podría ser más difícil para Dios? ¿Qué sería más difícil que entregar a su Hijo para ser escupido, golpeado ... y coronas de espinas, y latigazos y la lanzazos, y burlas, y rechazo, y traición, y abandono y mentiras y la carga de los pecados del mundo?

¿Que podría ser más difícil para Dios que decir: "Entregaré a mi infinitamente valioso Hijo a ese HORROR?

No hay nada que sea más difícil para Dios que hacer eso. Y el razonamiento de Pablo es: Si Él pudo superar ese obstáculo para salvarnos, nada le detendrá de darnos TODO junto con Él. Todo lo que sea bueno para nosotros.

Me pregunto si te lo crees.

¡Él está por ti! ¡Siempre, en todas las circunstancias! Sin excepción. Si estás en Cristo.

Nunca está contra nosotros. Ninguna de nuestras enfermedades es un castigo, si Dios no está contra nosotros. Si nuestro coche se avería o falla una solicitud, no es un castigo de Dios. Ninguna riña en el matrimonio es un signo de su ira. Ninguno de nuestros trabajos perdidos es un castigo por nuestro pecado. Ninguno de nuestros hijos descarriados es un chasquido del látigo vengador de Dios.

Qué diferencia más grande supondría para nuestra vida si creyésemos esto.

Mira a Jesús, ama la cruz. Vive en amor, y no temas más.

Extracto del sermón de John Piper "God did not spare His own Son" http://www.desiringgod.org/sermons/god-did-not-spare-his-own-son

miércoles, 8 de julio de 2015

Esperanza y ayuda para el adicto a la pornografía - Trip Lee

Por Trip Lee (Rapero cristiano)

Puedes verlo en video aquí:



La pornografía para mí es algo que ha estado mucho en mi corazón en el pasado, he pensado en ello muchos años, en mi música, en mis escritos y en cualquier forma que pudiera yo influir, porque se que realmente es una epidemia entre los jóvenes.

Y es que cuando hablo con jóvenes acerca de su vida, ya sea que tengan mi edad o un poco más jóvenes o mayores, no me sorprende en absoluto que tengan algún tipo de lucha con el porno y quedaría más bien sorprendido si conociese a un joven que no haya tenido ninguna lucha con esto en algún punto de su vida, simplemente porque, es tan fácil acceder a él y es ... tan dañino para nuestras almas...

Así que cuando hablo con hombres jóvenes que luchan con esto, a menudo cuando el joven es cristiano, si el chico es cristiano y quiere honrar a Jesús, frecuentemente lo que ves es esa desesperación profunda. Porque, es algo único, incluso entre otros pecados sexuales. Hoy día, no tienes que ir a ningún lugar para caer en él. No tienes que tomar una larga serie de malas decisiones para caer en él, está muy fácil, en tu bolsillo, en cualquier momento. Así que frecuentemente existe esa desesperación de un hombre aprisionado por su pecado, y dicen: "quiero luchar" o "sentí que estuve bien durante una semana".

Así que una de las primeras cosas que quiero hacer es recordarles el Evangelio lleno de gracia de Jesús. Podrías haber estado viendo porno los últimos 500 días, y Jesús no habría agotado su gracia. Esa cruz de la que escuchaste hablar la primera vez, es la misma que puede perdonarte ahora.

Lo segundo que quiero hacer es introducir en el corazón lo serio que es este pecado, para que de ninguna forma crean, que porque son sólo sus ojos sobre la pantalla del computador o porque somos solo nosotros los que estamos participando en lo que estamos participando, es un pecado menos serio. Escucha: es muy serio, principalmente por el Dios contra quien estás pecando. Además estás pecando contra la gente que ves en el porno, y también por cómo va a afectar tu vida, tu relación con Jesús, tu futuro matrimonio si no estás casado y tu matrimonio si ya estás casado -por todas esas razones.

Otra cosa que quiero promover es  ser abierto acerca de ese pecado. Creo que el principal error que
comete alguna gente, debido a la vergüenza, y debido a que, aunque no lo admitamos, amamos ese pecado,
es que no queremos exponerlo a otras personas. Y cuando nos negamos a exponer ese pecado, lo que realmente decimos es lo siguiente: "en lugar de matar este pecado, voy a acunarlo, en lugar de luchar contra este pecado, voy a protegerlo y lo voy a dejar aquí en la oscuridad, donde puede seguir sobreviviendo y hacerse más profundo en mi corazón".

Si queremos matar ese pecado, tenemos que exponerlo, involucrar a otras personas y confesarlo de forma regular.

Esas serían las cosas principales: Recordar el Evangelio, recordar lo serio que es, y recordar los beneficios de otros creyentes en tu vida para ayudarte a luchar.

Traducido de http://www.desiringgod.org/articles/hope-and-help-for-the-porn-addict

Otros recursos contra la adicción a la pornografía:

https://www.youtube.com/watch?v=kfNwLBjt0UQ

https://www.youtube.com/watch?v=_-s4pfteie8

lunes, 6 de julio de 2015

Cómo esperar en el Señor - Matt Chandler

¿Qué puedes hacer cuando tu mente está en lo correcto pero tu corazón no lo está?
¿Y qué haces cuando sabes lo que es pecado, sabes lo que está bien, sabes lo que está mal, sabes que es lo que tendrías que estar haciendo y lo que no tendrías que estar haciendo, tu mente lo sabe, pero tu corazón todavía no ha llegado a ese punto?

Cuando no sientes remordimiento por el pecado, incluso sabiendo que eso es pecado. ¿Qué hacer cuando hay un abismo entre lo que dice tu cabeza y lo que dice tu corazón?.

Por toda las Escrituras se encuentra esta frase: "Espera en el Señor".

Esperar en el Señor no es placentero en absoluto. De hecho en uno de los salmos más viscerales de la Biblia, en el salmo 42, David se encuentra, literalmente, en lucha consigo mismo. Él grita "¿Por qué te abates, oh alma mía? ¡Espera en Dios!". La mente de David lo sabe, le dice: "¡No hagas de esto un dios! ¡Pon tu esperanza en Dios!, confía en Dios, póstrate a Dios, sirve a Dios, camina con Dios, ¿Por qué te abates oh alma mía? ¿Por qué no te lo crees del todo?".

Así pues, ¿cómo esperas en el Señor si esta es tu situación? Poniéndote bajo la cascada de la gracia. Y esperas mientras caminas en obediencia, paso a paso, día a día, pidiendo a Dios que quebrante tu corazón, que restaure el gozo de tu salvación. Pidiendo a Dios que haga que Él sea tu tesoro. Siendo honesto acerca de donde estás, ya sea que estés en el desierto o en la parte baja de la lucha.

Esperas. Porque "los que esperan en el Señor, Él renovará sus fuerzas, remontarán con alas como las aguilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.

Míralo en vídeo aquí:


Traducido del vídeo de: https://www.youtube.com/watch?v=qkM9zrgTBJY

sábado, 20 de junio de 2015

Ser un evangelista efectivo: 7 métodos

Jesús le dijo a sus discípulos: "Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres" (Mateo 4:19). Esto implica que, si de verdad le seguimos, estaremos pescando, ganando almas. Sus últimas palabras en el evangelio de Mateo fueron: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones" (Mateo 28:19). Los cristianos en el Nuevo Testamento iban por todas partes predicando la Palabra (Hechos 8:4).

¿Cómo podemos ser unos testigos efectivos de Cristo?

1. Pidamos a Dios que nos de una carga evangelística por otros

Pide ayuda a Dios para que te ayude a ver el mundo como Él lo ve, y que te ponga en el corazón a unas cuantas personas por las que orar con perseverancia. Ora por esos nombres cada día, y para que te de una oportunidad de alcanzar esas almas para Cristo. Una antigua canción dice: "Dios, pon un alma en mi corazón y ámala a través de mí / y que humildemente yo haga mi parte, ganándola para ti"

2. Vive una vida cristiana consistente delante de estas personas

Jesúis dijo: "Vosotros sois la luz del mundo ... Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mateo 5:14-16). Hemos de vivir vidas íntegras, de obediencia y de auténtica fe. Amar cuando otros odian, y perdonar cuando otros guardan rencores. Tenemos que seguir confiando cuando otros entran en pánico, y ser honestos cuando todos los demás falsean las cuentas. No es que vayamos a ser perfectos, porque solo Cristo lo fue, pero hemos de tener una vida cristiana que crece y madura, para que otros puedan reconocer y respetar.

3. Construye puentes hacia otros

Cuando el Señor te muestre a alguien que necesita a Cristo, busca establecer una relación con él. ¿Recuerdas como Jesús fue a la casa de Zaqueo donde se reunían muchos pecadores? Aunque hemos de tener cuidado de no meternos en un entorno que nos arrastre, también tenemos que cuidar de cultivar amistades con aquellos que necesitan a Cristo. Quizás Cristo te ha puesto en una escuela o lugar de trabajo particular simplemente para alcanzar a aquellos que nadie más puede alcanzar.

4. Aprende el Evangelio

Memoriza los siguientes versículos, y practícalos diciéndolos en un espejo o a otro cristiano, hasta que te sientas cómodo como para compartirlos con alguien que necesite de Cristo: Romanos 3:23, Romanos 6:23, Romanos 5:8, Romanos 10:9, Romanos 10:10, Romanos 10:13, 1 Juan 5:1, 1 Juan 5:13.

5. Está atento a oportunidades para compartir una palabra por Cristo

Pedro dijo: "Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;" (1 Pedro 3:15).

6. Si las oportunidades no vienen, créalas

A veces esperamos demasiado tiempo buscando el momento adecuado para invitar a alguien a la iglesia o compartir con él el mensaje del Evangelio. Pero a menudo, llega un momento en que debemos, en oración, presentar el tema a la persona y hacer lo mejor que sepamos para dejarle una impresión de su necesidad de Cristo.

7. Deja los resultados a Dios

Somos responsables de compartir el Evangelio, pero solamente Dios puede convertir el alma. Hazlo lo mejor que puedas, y déjale a Él el resto. Y si alguna vez sientes que lo has hecho mal, piensa en Edward Kimball. Él estaba decidido a ganar a su escuela dominical para Cristo, incluyendo a un adolescente llamado Dwight Moody, que tenía tendencia a quedarse dormido los domingos. Mientras el corazón le latía con fuerza, Kimball entró en la tienda donde trabajaba ese joven. "Puse mi mano en su hombro, y mientras me inclinaba, coloqué el pie en una caja de limpiar zapatos. Le pedí que viniese a Cristo". Al parecer no fue bien, y Kimball se fue con la sensación de haber fallado. Sin embargo Moody se fue de la tienda aquel día siendo una nueva persona y se convirtió en el evangelista más importante de su generación en América.

Ver la biografía de D.L. Moody en Wikipedia

Traducido de: http://www.biblestudytools.com/bible-study/topical-studies/what-must-i-do-to-be-a-soul-winner-1341190.html


domingo, 31 de mayo de 2015

Como ministrar a alguien que lucha con la atracción al mismo sexo

Por Dennis Jernigan

Crecí en la iglesia ... literalmente no recuerdo un tiempo en el que no haya ido a la iglesia. Había sido dotado musicalmente, con la habilidad para tocar el piano, y había encontrado un lugar para servir desde mi más temprana edad. También luchaba contra la atracción al mismo sexo, la homosexualidad.

Imagina mi terror cuando, a los 10 años de edad y ya sabiendo mi lucha, escuché por casualidad a los hombres que habían construido en mi mente la imagen de Dios, empezar a hablar de la homosexualidad. Eran los hombres que me habían formado y enseñado desde que puedo recordar. Así que cuando los escuché describir lo que pensaban de alguien como yo (incluso aunque no sabían que estaban hablando de de mí) mi reacción fue simple: estos hombres conocen a Dios, y odian a la gente como yo. Dios debe odiarme. No sentí ninguna esperanza de ayuda en absoluta que pudiese venir de ellos o de Dios, ni sabía hacia donde ir, y por tanto pasé demasiado tiempo de mi vida intentando comportarme de forma que recibiese la aceptación y la afirmación de otros ... especialmente de otros hombres.

Recuerdo haber escuchado muchas veces en mis años de formación muchos sermones de fuego y castigo, y a menudo los homosexuales eran los que lideraban la multitud que iba al infierno. Al no escuchar ni una pizca de esperanza para mi situación de nadie, no tuve otro recurso que distanciarme en mi relación de cualquiera que se pudiese acercar demasiado ... cualquiera que pudiese averiguar mi abominación. Asumo la responsabilidad por lo que elegí ... pero el otro lado de la moneda es que la iglesia me apartó debido al miedo y la ignorancia. Una de las cosas más tristes que encara el cuerpo de Cristo hoy día, es que muchos hacen esto sin darse cuenta de lo que están haciendo.

Después que me gradué de mi universidad cristiana en 1981, me encontré en una relación homosexual. Por este tiempo me había rendido a la idea de ser capaz de cambiar y, tal y como pensaba la mayoría del mundo, asumí que el cambio no era posible. Asumí que esta era la forma en que se suponía que tenía que ser. Mi suposición era que al rendirme a mi identidad homosexual, encontraría la paz. ¡Me equivoqué! Me sentí utilizado la mayoría del tiempo. El amor que me profesaban parecía ser más abusivo y egoísta, que un autosacrificio genuino. Al quedar desilusionado con la comunidad y planteamientos gay, me volví a buscar a Dios. Un amigo me invitó a vivir con él al final del verano de 1981, y pronto descubrió mi secreto. En lugar de rechazarme y humillarme (que era a lo que estaba acostumbrado), hizo algo que, honestamente, nunca había visto antes. Extendió hacia mí el amor práctico y real de Cristo.

¿Cómo lo hizo? Me dijo que me amaba sin importar cuál fuese mi lucha. Me dijo que no conocía todas las respuestas a mi dilema ... pero que si conocía la RESPUESTA (con mayúsculas). Me dijo que caminaría encantado conmigo hacia Jesús, durase lo que durase, y a través de cualquier camino que nos deparase el viaje. ¡Me dijo que caminaría hacia Jesús conmigo! ¡cuán simple! ¡Cuánto poder para un alma sin esperanza! ¡Cuán amoroso! ¡Cuán generoso! ¡Cuán como Jesús! Fue su respuesta y la intervención divina del amor de Dios lo que me llevó al arrepentimiento el 7 de Noviembre de 1981.

Después de que, en 1981, el Señor me liberó (o debería decir, comenzó a liberarme - o quizás las dos cosas), tuvieron que pasar 7 años más antes de ganar la suficiente confianza como para compartir con otros cómo Cristo me había redimido, porque, simplemente, tenía miedo de cómo me tratarían los cristianos. Aunque encontré mucha aceptación, también encontré que muchos mantenían la distancia conmigo (especialmente los hombres cristianos). Imagino que pensaban que mi antigua vida se les podía pegar, o algo así. Las buenas noticias son que no es así.

¿Por qué comparto estas cosas? Creo que me habría ahorrado años de tormento y sufrimiento si hubiese escuchado alguna vez, cuando era niño, que había esperanza. Para la gloria de Dios, Él me permitió pasar por lo que pasé ... y me siento inclinado a contar mi historia una y otra vez, porque no quiero nunca que otro joven (o cualquier persona de cualquier edad) sienta que no hay esperanza para el cambio. Dios nos ha llamado a ser sal y luz. La sal preserva y añade sabor, y quiero ver vidas preservadas y llenadas con el buen sabor del amor redentor de Dios. Mi deseo es hacer brillar la luz del amor de Dios en lugares donde la mayoría no se atreve a ir, porque nunca han experimentado la homosexualidad.

Y ahí está la trampa. El cuerpo de cristo ha creído la mentira de que tenemos que haber experimentado la homosexualidad (o cualquier cosa por la que haya pasado el temido pecador) para ayudar a alguien a vencer. ¡Mentira! Dios nos ordena amar, no juzgar. La mayoría de los cristianos, ya sea que lo admitan o no, juzgan que los homosexuales no tienen esperanza ... y asignan un grado más alto de pecaminosidad al comportamiento homosexual que a su propio pecado, el que inicialmente los separaba de Dios. ¡El pecado es pecado! Pero el mayor error que cometen la mayoría de las personas, es que asignan una identidad moral al comportamiento homosexual, y nunca miran más allá de la superficie a lo que es verdaderamente la raíz del comportamiento homosexual.

Cuando miro hacia atrás, a mi viaje hacia la libertad, la homosexualidad no era la raíz de mi pecado. El comportamiento homosexual viene de necesidades humanas reales que no están siendo satisfechas. El comportamiento homosexual se arraiga cuando esas necesidades se satisfacen en formas que el Señor nunca tuvo intención que se produjesen. Mi propio comportamiento se desarrolló muy temprano en mi vida. Era alguien muy sensible emocionalmente y con un don y una inclinación artística (ambos dones de Dios). Pero otros me percibían como alguien afeminado, y así me lo decían, lo cual reforzaba mis propios pensamientos. Mi personalidad era muy melancólica, y la cultura en la que vivía (que era rural y muy conservadora), proponía e idolatraba una imagen de hombre muy macho, que contrastaba con mi propia percepción, incluso cuando era un niño pequeño. Pero el fondo de todo, era en realidad mi percepción de quién era yo. Mi identidad estaba donde la raíz de las mentiras que Satanás decía con respecto a mi identidad masculina se agarraba. Como un hombre piensa en su corazón, tal es él (Proverbios 23:7).

La realidad es esta: todo ser humano que haya existido jamás lucha contra las mentiras acerca de su propia percepción. Debido a las diferencias de personalidad y a la forma que somos criados (o en la que no lo somos) se determina el camino por el que nos conducirá nuestro propio pecado. Cuando conseguimos entender esa realidad, ninguno de nosotros es en realidad tan diferente de otra persona. Todos necesitamos a un Salvador. Como existen muchos grandes libros respecto al tema de entender como se desarrolla la identidad y el comportamiento homosexual, no voy a elaborar ese punto. Mi objetivo en escribir esto es animar al lector a que deje de juzgar, y comience a practicar el amor de Cristo hacia aquellos que luchan con la atracción hacia el mismo sexo.

El juicio es para Dios. Nuestro mandamiento es amar. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste una conversación con alguien que sabes que es homosexual, sin intentar buscar una salida para escapar? ¿Cuándo fue la última vez que hiciste sentir a tu compañero de trabajo homosexual que el valía un poco de tu tiempo? ¿Cuando es la última vez que llamaste a la puerta de tu vecino homosexual y le ofreciste unas cuantas galletas recién cocinadas? ¿Cuándo es la última vez que vista a un homosexual como a un humano, o como una creación de Dios que necesita un salvador?

Debido a la naturaleza de mi historia y de mi ministerio, recibo montones de mails de jóvenes y ancianos, de ricos y pobres, de doctores, abogados, entrenadores de fútbol, policías, madres, pastores y líderes de alabanza ... que me dicen que luchan con la atracción hacia el mismo sexo, ¡pero que no encuentran a nadie con quien hablar! ¿No debería ser el cuerpo de Cristo el PRIMER lugar al cual alguien necesitado pudiese ir? Es como si a la iglesia le encantase decir "¿Qué haría Jesús? - excepto si eres homosexual". Necesitamos arrepentirnos. Hablo con gente todas las semanas, que jamás cruzarían la puerta de una iglesia a causa de las personas que están dentro.

Una cosa más: Me entristece el número de pastores y líderes de alabanza que al ser "descubierto" que luchan con la homosexualidad, son echados fuera sin ni siquiera una oferta de redención o ayuda. "¿Qué haría Jesús?" En la mayoría de los casos, si nos guiamos por lo que parece ser el estándar en la iglesia de hoy, desecharíamos la "vil abominación" y nos distanciaríamos de un alma herida ... dañando más y aplastando la esperanza.

Así pues ¿qué hemos de hacer cuando nos vemos frente a un amigo, pastor o miembro de la familia que tiene esta lucha? ¿Los descubrimos y nos deshacemos del "problema" o hacemos la obra del ministerio que Dios ha llamado hacer a todos los creyentes, el ministerio de la reconciliación? La Palabra de Dios es bastante clara en esto:

2 Corintios 5:18-19
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

¿Descubrimos el pecado y humillamos al que lo comete? ¿Querrías que tu pecado fuese expuesto, o preferirías que alguien se acercase a ti en amor y ofreciese una mano de ayuda, una forma de salir sin ser públicamente avergonzado? Creo que sabes la respuesta. Dios es amor. Somos creados a Su imagen. Él es Dios. Nosotros no lo somos. Seamos como Él y bajémonos del trono de nuestro propio corazón cuando se trate de juzgar si el pecado de otro es digno o no de redención. La forma más rápida de apagar un corazón es traicionar su confianza. ¿Verdad? Entonces, ¿por qué continuamos pensando que contar al mundo alrededor las faltas de otros lo llevará a liberarse de su pecado?

Proverbios 17:9
El que cubre la falta busca amistad; Mas el que la divulga, aparta al amigo.

Después de que el Señor me liberó, tuve que volver y confrontar una situación de mis días universitarios. Alguien que estaba en autoridad sobre mí, me había violado. Antes de contar a las autoridades pertinentes lo que me habían hecho y quien me lo había hecho, les pedí que le ofrecieran al que me había violado la oportunidad de consejería como parte del proceso. Los que estaban en autoridad, resultaron ser cristianos y ofrecieron su ayuda. Fue confrontado en amor y se le ofreció ayuda, y la rechazó ... pero creo que en el proceso se honró a Dios. Mi esperanza es que esta persona viese el amor de Cristo y recibiese la ayuda que necesitaba después de que se tomó la acción disciplinaria.

Proverbios 10:12
El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas.

Cuando sospechamos que un creyente está involucrado en comportamiento homosexual, necesitamos practicar los pasos de restauración que se encuentran en Mateo 18:15-17. Ve a tu hermano o hermana en privado. Si él o ella escucha, lo has ganado en amor. Si no escuchan, entonces toma uno o dos más contigo para que sean testigos y haceros responsables unos a otros de compartirle la verdad en amor. Si se niega a escuchar, cuéntalo al cuerpo de creyentes del que formen parte, para que el cuerpo se una y con amor llame a la persona en cuestión al arrepentimiento ... y si aún se niega a escuchar y arrepentirse, trátalo como a los gentiles y recaudadores de impuestos. ¿Y cómo trataba Jesús a los gentiles (no judíos) y los recaudadores de impuestos, que eran despreciados por la sociedad? ¿Como pecadores? ¡Jesús pasaba la mayor parte de su tiempo con tales pecadores! Eso es lo que hacía. Se relacionaba con ellos. En nuestra interpretación moderna, los aislamos y nos lavamos las manos de ellos.

Cuando se trata con pecadores de cualquier tipo, los creyentes hemos acuñado una frase en "cristianés": "Ama al pecador, odia el pecado". El único problema con esto es que la mayoría de la gente no habla "cristianés". Cuando alguien que lucha contra la homosexualidad escucha a un creyente decir eso ¿cómo no se lo va a tomar como odio y reproche? Piénsalo. Un homosexual cree que su homosexualidad es "lo que él es". Es como decirles que son odiados por ser lo que son. Hasta que el que está en la lucha no llegue a un lugar donde pueda separar su comportamiento de su identidad, esta frase es una manera segura de de cerrar las puertas a ministrarlo.

Una cosa más: tenemos que ver a cada persona como Dios la ve, sin importar lo desesperanzada que sea la situación o lo militante que nos pueda parecer en su homosexualidad. No hay necesidad de discutir con el homosexual militante. Vístete de amor y discierne cuando hay que apartarse y cuando hay que ofrecerle un vaso de agua fría en el nombre de Jesús. La aspereza y el temor que sentía de la buena gente de la iglesia es lo que me apartó del Señor. Fue el amor y amabilidad de Dios expresada a través de un amigo que no me juzgaba la que me llevó al arrepentimiento.

Romanos 2:1-4
1 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. 2 Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. 3 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? 4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?

Traducido de: https://www.dennisjernigan.com/how-to-minister-to-someone-who-struggles-with-same-sex-attraction


miércoles, 27 de mayo de 2015

¿Es lo mismo el gozo en Dios que el amor a Dios? Ask Pastor John

Un oyente de este podcast, Erick, nos escribe para preguntar: "¿Es el gozo en Dios y el amor por Dios lo mismo? Si no lo es, ¿En que se diferencian?"

Antes de responder por qué son diferentes, déjame que defina lo que quiero decir por gozo en Dios. En este contexto, quiero que pensemos en el gozo, no como algún tipo de manifestación emocional, porque lo que yo quiero decir con el gozo puede manifestarse tanto en el llanto como en la alegría. El gozo puede estar presente con fuerza en los momentos en que experimentamos mayor pérdida. Lo se por experiencia, y lo veo también en la Biblia. 2 Corintios 6:10 "entristecidos, mas siempre gozosos". El gozo también puede estar ahí en momentos en los que estamos danzando de alegría, debido a algo maravilloso que ha sucedido.

Así que esta es la primera aclaración. El gozo en Dios no es lo mismo que algún tipo de manifestación emocional. Puede estar presente en y bajo muchos tipos de manifestaciones emocionales. Lo que quiero decir con gozo, y este es mi esfuerzo a la hora de definirlo, es un sí profundo, asentado y emocionalmente satisfactorio, un sí al valor supremo de Dios en todas las cosas, que sale del corazón. Permite que lo diga otra vez, el gozo es un si profundo, asentado, emocionalmente contento (casi quise decir lleno de reposo, y también estaría bien) y emocionalmente lleno de roso. Simplemente un "sí" profundo del corazón hacia el supremo valor de Dios por encima de todas las cosas, en cualquier circunstancia.

Cuando vemos a Dios tal como es, como alguien supremamente hermoso y por tanto supremamente valioso sobre todas las cosas, nuestro corazón dice sí. Ese es el propósito de mi alma, esa es mi búsqueda, y mi búsqueda ha finalizado. Mis anhelos serán satisfechos ahí en Él. Eso es lo que yo creo que es el gozo de Dios. O por decirlo de otra forma: el gozo en Dios es una disposición profunda, que permanece, y que valora a Dios por encima de todas las cosas. O usando otra palabra: apreciarlo más, estimarlo o valorarlo sobre todas las cosas.

Yo diría que este tipo de gozo en Dios es la esencia, pero no la totalidad de lo que significa amar a Dios. Intentaré ir justo a la respuesta a la pregunta. ¿Cuál es la diferencia entre el gozo en Dios y el amor por Dios? Y lo que digo es que, lo que acabo de definir como gozo en Dios es la esencia, pero no la suma de la totalidad, de lo que significa amar a Dios. Fluyendo de esa esencia, como los arroyos fluyen de una fuente o como crecen los tallos de una raíz, están otras emociones que forman parte del amor a Dios como el agradecimiento, el deseo, la sumisión y el cumplimiento de su camino y su voluntad, las expresiones de adoración, y un sí consciente, no solamente hacia su valor, sino a su plan, hacia que su plan para el universo avance. Vemos la forma en que actúa Dios, y nuestro amor a Dios dice que sí a todo lo que Él es y todo lo que hace.

Así que esa esencia del amor a Dios es el gozo en Dios y un "sí" general al valor de Dios y a su voluntad, y esa esencia hace surgir otras cosas, como el cumplir los mandamientos. Jesús dijo "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Juan 14:15). Y algunas personas dicen: "¿Lo ves? la obediencia y amar a Dios es lo mismo". No, no, no. Dice "Si me amas, entonces, como consecuencia de esa esencia, harás otras cosas, como guardar los mandamientos". Es como una rama, crece del amor a Dios. Y creo que está bien hablar de la obediencia como parte del amor a Dios, siempre que veas la distinción, la relación entre el "si" y el "entonces".

Por tanto la obediencia a lo que Dios dice es una rama que crece de la raíz del amor, pero dudo que esté mal decir que la obediencia forma parte de lo que significa amar a Dios en su sentido más amplio y general. Sin embargo, soy muy celoso de nunca equiparar el cumplimiento de los mandamientos con la esencia, o la raíz del amor a Dios.

Permite que mencione un texto. En Lucas 10:27, cuando Jesús dio el gran mandamiento, dijo: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo". Ahora bien, hay dos cosas muy importantes que tenemos que notar. El corazón se menciona en primer lugar, luego el alma, las fuerzas y la mente. El corazón está en primer lugar en todas las referencias a este mandamiento. ¿Por qué será esto? Creo que la razón es porque existe una esencia de amor que es sentida en el corazón, un atesorar, estimar, deleitarse, descansar y estar satisfechos en Dios que rinde expresiones de ese amor a través de nuestras fuerzas, y de nuestra mente, y de lo demás.

Y esta es la segunda cosa que quiero hacer notar. No se puede ver en inglés, pero voy a decirla y puedes comprobarla de la forma que quieras. En Lucas 10:27, cuando dice: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón", la preposición "con", está traduciendo la palabra griega "ex", que significa "desde", y cuando dice "y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente", esas tres preposiciones "con" son la palabra griega "en". Son diferentes *.

¿Por qué sera esto? ¿Por qué existe una preposición única para "desde el corazón" y otras preposiciones para "con el alma, fuerza y cuerpo" (una preposición que significa "con" como un agente, un "con" en el sentido de instrumento o herramienta). Creo que es porque la esencia del amor tiene su raíz en el corazón, los afectos del corazón por Dios, y que luego ese amor se expresa con los instrumentos del alma, la fuerza y la mente.

Así que mi respuesta a la pregunta de Eric es que el amor por Dios no es idéntico al gozo en Dios, pero el amor nunca es menos que el gozo en Dios. Y el gozo en Dios es atesorar a Dios y valorar a Dios, estimarlo, apreciarlo, estar satisfecho con todo lo que Dios es por nosotros en Cristo. Esa es la esencia del amor por Dios, y todos los arroyos fluyen de eso.

*Nota del traductor: En algunos manuscritos griegos de la Biblia, incluido el que se usa para la concordancia Strong's, aparece en los 4 casos la palabra "ex" o "ek", sin embargo en otros manuscritos más antiguos si que es justo como Piper dice en este párrafo. Ver por ejemplo: http://biblehub.com/texts/luke/10-27.htm, donde aparece "ek" (ἐξ) y "en" (ἐν)... en los primeros manuscritos, sin embargo en el manuscrito Stephanus Textus Receptus 1550 o el Scrivener's Textus Receptus 1894 (más abajo en el mismo enlace) aparecen todas como "ek" (ἐξ)

Traducido de: http://www.desiringgod.org/interviews/is-joy-in-god-the-same-as-love-for-god 

miércoles, 20 de mayo de 2015

10 Lecciones inolvidables de paternidad cristiana

Extracto de un artículo Por Ray Ortlund


En público, mi padre era uno de los grandes pastores de su generación. En privado, era lo mismo: un auténtico hombre Cristiano. Sin ningún orden particular, estas son las 10 lecciones de paternidad que aprendí de observarle, y que han quedado grabadas en mi memoria.

1. Nunca estaba demasiado ocupado

Mi padre era un pastor ocupado, pero nunca estaba demasiado ocupado para mí. Cuando sentía que no había tenido suficiente tiempo conmigo decía: "Ey Bud, ¿quieres faltar a la escuela mañana y venirte a la playa?" ¡No me costaba mucho decir que sí! así que nos íbamos. Hacíamos surf, hablábamos, y nos divertíamos juntos. Al día siguiente escribía una nota a la escuela para explicar mi ausencia, y cuando la llevaba a la oficina del director, siempre marcaba mi ausencia como "inexcusable". Imagino que la razón no importaba para ellos (un padre que intentaba ponerse al día con su hijo). Pero a papá no le importaba, y yo lo sabía.

2. Era un hombre de Biblia

Mi padre estaba completamente dedicado a Jesús. En mi diecisiete cumpleaños, él y mi madre me regalaron una Biblia, en la que escribió lo siguiente

Bud,
Nada podía ser mejor que tener un hijo que ama al Señor y camina con Él. Tu madre y yo hemos visto que este libro es nuestro tesoro más preciado. Te lo damos, y no te podríamos dar nada mayor. Se un estudiante de la Biblia, y tu vida estará llena de bendición. Te amamos.
Papá, 7/9/66, Filipenses 1:6

Cuando leo eso, se que mi Padre puso significado en cada palabra. Era un hombre de Biblia, y la bendición sobre la que habló, era obvia en su propia vida.

3. Alababa a Dios

En el tiempo en que yo crecía, la mayoría de las veces no necesité un despertador. Me despertaba con el sonido de las canciones de mi padre en la ducha que había al final del pasillo. Cada mañana mi padre cantaba alegremente y con todo el corazón este himno:

Cuando la mañana alumbra los cielos
Mi corazón que se despierta clama
Que sea Jesucristo alabado
Ya sea en el trabajo o en la oración
En Jesús reparo
Que sea Jesucristo alabado
Es difícil leer lo que está en el corazón de muchos hombres. No puedo tener ni idea de sus motivos. Pero en el caso de mi padre, nunca me los pregunté. Ni una vez me pregunté por lo que vivía o por lo que más se preocupaba. Él no encaraba la vida manteniendo un perfil bajo, porque Jesús era demasiado maravilloso para él. Alababa al Señor en su vida, en público y en privado, de una forma tan plena y clara que no podía ser ignorado.
4. Me animaba

Mi padre me instaba a seguir a Cristo a cualquier lugar. De vez en cuando me daba este discurso: "Escucha, hijo. Los cristianos que no dedican todo el corazón son la gente más desdichada que existe. Saben lo suficiente acerca de Dios para sentirse culpables, pero no han ido lo suficientemente lejos con Cristo como para ser felices. ¡Ve a por todas con Cristo! no me importa si acabas siendo un cavador de zanjas, mientras ames al Señor con todo el corazón".

No le impresionaba el éxito del mundo, el ir a las escuelas correctas, o toda las pretensiones y vanidad. Quería algo mejor para mí, algo que yo mismo tenía que encontrar.

5. Tenía un caminar sincero con el Señor

Recuerdo una mañana que fui al piso de abajo y entré al salón, donde estaba mi padre. Se encontraba sobre sus rodillas, con su cara enterrada en sus manos, absorto en una oración silencioso. Él no sabía si alguien más se había despertado, así que no estaba aparentando. Mi padre tenía un caminar sincero con Dios. Amaba el evangelio, servía en la iglesia, daba testimonio a nuestros vecinos. Diezmaba incluso cuando no se lo podía permitir. Era él el que determinaba el tono de nuestro hogar, y nuestro hogar era un lugar de gozo, honestidad, y comodidad. Jesús estaba allí.

6. Me enseñaba teología en el patio de atrás

Un día, cuando tenía 11 o 12 años, mientras hacíamos trabajos de jardinería, mi padre se detuvo, me miró a los ojos y me dijo "¿Sabes, Bud, que antes de que comenzase el tiempo, Dios te eligió?". Me sentí impresionado. ¿El Dios todopoderoso pensó en alguien tan pequeño como yo? ¿Desde hace tanto tiempo? Me sentí muy amado por Dios. Años después, cuando conocí la doctrina de la elección como tal, no tuve problema con ella. La amé. Mi padre había comenzado su educación teológica en mi niñez, en medio de una conversación cotidiana.

7. Nos amaba cuando no era fácil

Mi padre trabajaba duro todo el día, y llegaba a casa cansado. Así que cuando caminaba hacia la puerta de atrás, antes de abrir la puerta, elevaba una sencilla oración a Dios: "Señor, necesito un poco de energía extra en este momento". Y Dios contestaba esa oración. Nunca lo vi entrar a casa sin ninguna emoción positiva para dar. En lugar de eso, caminaba hacia mi madre, la besaba con un gran beso, y luego se giraba hacia mí y decía: "Vamos Skip, ¡luchemos un rato!" y nos íbamos al cuarto de adelante y luchábamos en el suelo, y nos hacíamos cosquillas, y reíamos. La realidad de Dios, que estaba a cada momento en el corazón de mi padre, le daba energía para amar a su familia cuando no era fácil.


8. Me ayudó a amar la iglesia

El hecho de que mi padre fuese el pastor, me convertía en "el hijo del pastor". Obviamente, de vez en cuando, la gente bienintencionada de la iglesia me decía cosas tontas, como si tuviese que ser perfecto, superior, o tal y como ellos esperaban. Mi padre me dijo una vez: "Hijo, cuando la gente diga cosas como esa, en realidad no quieren hacerte daño. Sin embargo, no es justo. Ellos no se dan cuenta. Quiero que sepas que puedes ignorarlo".

Mi padre tenía altos estándares de vida cristiana. Pero era lo bastante sabio como para saber que alguien de 10 años sigue a Cristo de forma diferente que alguien de 40. Era realista y compasivo. Me mostró con sabiduría que la vida en la iglesia no tiene que resultar opresiva.

9. Vivía su fe de manera simple y práctica

Papá me mostró maneras prácticas de caminar con el Señor. Por ejemplo, esta es una declaración que estableció para que fuese su propio caminar diario:

Mi declaración matinal de fe
Creo que hoy:
1) Dios está dirigiendo mi vida soberanamente mientras me someto a Él, y que me ama incondicionalmente, y yo le amo y le pongo en el primer lugar de mi vida.
2) Cristo es mi Señor y amo, y busco permanecer en Él y hacer su voluntad de forma inmediata y exacta.
3) El Espíritu Santo es mi amigo, maestro y guía, que abrirá y cerrará puertas hoy, y me llenará para hacerme un siervo efectivo.
4) Encomiendo mi esposa y mi familia al Señor, que los ama al igual que a otra gente que amo. Ellos también están bajo su cuidado soberano.
5) Salgo con una fe confiada, y relajado en el Señor, y disfruto este día que se me ha dado. Confío en Él para que me use hoy.

Es simple, pero válido. Papá ejemplificaba cómo hacer que el cristianismo diario fuese accesible y práctico.

10. Me enseñó que el ministerio no lo es todo

Un domingo temprano, el 22 de Julio de 2007, mi padre se levantó en el cuarto de su hospital en Newport Beach. Sabía que era el día final en que sería quitado de esta vida. Mi esposa y yo estábamos lejos, en Irlanda, ministrando en aquel día. No sabíamos lo que pasaba en casa. Pero la familia se reunió alrededor de la cama de papá. Leyeron las Escrituras y cantaron himnos. Papá dio una palabra de bendición patriarcal y una amonestación a cada uno, y pronunció sobre ellos todas las bendiciones de Aarón:

 "Yahweh te bendiga, y te guarde; Yahweh haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Yahweh alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz" -Números 6:24-26

Y entonces, en calma, se durmió.

Después de eso, pregunté a mi hermana cuál había sido el mensaje de papá para mí. Fue este: "Dile a Bud que el ministerio no lo es todo, sino Jesús".

Sus palabras resumieron toda su paternidad y su vida.

Traducido y resumido de: http://www.desiringgod.org/articles/10-unforgettable-lessons-from-my-father-on-fatherhood